Leí en su día lo que escribió el maestro Antonio Burgos sobre lo que llama “tertulianés”, que es el lenguaje pretencioso que emplean los tertulianos de radio y televisión para decir lo que cualquier hijo de vecino diría con menos fanfarria. Como hay más tertulias que setas, y los tertulianos se las reparten desde que amanece hasta las tantas de la madrugada, abusan de una jerigonza sui generis llena de frases vacías de contenido que, a fuerza de repetir, van creando escuela. Es tan repelente, como repelente les debe resultar a ellos usar un vocabulario normal y corriente. El maestro Burgos ha tenido la paciencia de recoger frases de este nuevo lenguaje, de cuyo repertorio anoto algunas de las que más se oyen.
"Hasta donde yo sé". “Más pronto que tarde"."Hay un doble escenario"."Esa opción no se compadece con..."."Estamos hablando de...". "Es un tema de mucho calado". "Es un tema de largo recorrido"."Va a ser que no"."Es por ello que"."Según las fuentes que manejo"."Ese asunto depende de la deriva que tome"."Hay que ponerlo blanco sobre negro"."Con la que está cayendo". El repertorio continua así: “Sí o sí”. “Priorizar”. “Niego la mayor”. “Se ha pasado veinte pueblos”. “Hay que poner en valor”. “Puede que sea ético, pero no estético”. “«A más a más», como dicen los catalanes”. “Es un salto cualitativo”. “Se pasa de frenada”. “Hay que verbalizar”. “La gobernanza”.
Uno tiene fijación peyorativa por el uso de “Líder y liderar”. Hoy en cualquier rama de la ciencia, las artes, la política, el deporte…hay un líder. Conozco a una familia que los hijos llaman líder a su padre. De líder ha derivado liderar, que ya es de nota. Este sucedáneo de verbo ha sustituido a otros muchos del diccionario hasta hacerlo abusivo. Demuestra impotencia verbal de quien lo habla.
Pero hay más frases o palabras para anotar. Ejemplo: “No da puntada sin hilo”, para referirse a un tío listo (?) de los que se llevan ahora, aunque no sepa hacer una O con un canuto.
Si pasamos al ejército o a las fuerzas de seguridad, la palma se la lleva el término “efectivos”. Es el protagonista de todas las batallas. Recientemente el Presidente del Gobierno anunció la retirada de tropas de Afganistán, “En el año 2012 se van a retirar 400 efectivos; en el 2013 se retirarán 500 efectivos y en 2014 el resto de efectivos”. ¿Y por qué no les llama militares, o soldados que es su nombre? Y otra: Cuando los efectivos de la Policía descubren tal o cual delito, la información siempre termina así, “la investigación sigue abierta”.
Al lenguaje de la economía hay que echarle de comer a parte. Hay una frase que se repite más que las avemarías de un rosario: Las “reformas estructurales”. Quien no la diga varias veces en una tertulia, ni es economista ni nada, aunque nadie explique qué son para que lo entienda el común de los mortales. Lo mismo ocurre con los “puntos básicos” de la deuda española. ¿Y lo de la “luz al final del túnel”? El colmo es la manía de decir que tal índice ha subido “equis puntos porcentuales” en vez de decir el “equis por ciento” de toda la vida.
Otra fuente de dichos repetitivos está en el deporte, en el futbol sobre todo, donde la tertulia la forma un locutor que relata lo que se televisa, y unos acompañantes más o menos aburridos que hablan ex cátedra con perogrulladas sobre lo que todo el mundo está viendo que mueven a risa por lo ridículas. Muchos locutores dicen que hay “peligro de gol” cuando el atacante se acerca al área contraria. ¿Peligro de gol? Pero si dicen que el gol es la salsa del fútbol, ¿cómo puede ser peligroso?
El asunto es interminable. Tanto como la penosa escasez de vocabulario de políticos, periodistas, tertulianos y demás fauna que se cuela en nuestras vidas sin querer, repitiendo como loritos frases y frases que no dicen nada.
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