Una madre que da de mamar a su bebé practica una forma de canibalismo, según Griñán.
Para quien no lo sepa José Antonio Griñán es el Presidente de la Junta de Andalucia. El diario El País escribe (Sevilla 11-11-2011) que este señor «en un encuentro con colectivos de mujeres advirtió de una las derivadas de la catástrofe económica: el de la "ridiculización" de los avances en materia de igualdad y del "retroceso en la conciencia ciudadana" de la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. ¿En qué se nota? En que vuelve a ponerse el acento en el "papel reproductivo de la mujer", creando en las mujeres una "mala conciencia", por ejemplo, para que opten por la lactancia materna de los hijos, algo que él describió como una forma de "canibalismo”.»
Caníbal es el animal que come carne de los de su propia especie, y Griñán es el presidente que ridiculiza a las mamás que dan la teta a sus hijos pequeños. Todo un ejemplo del personaje que está al frente de una de las Instituciones del Estado que, aunque sea la Junta de Andalucía, no se lo merece.
Desde que el mundo es mundo la lactancia materna ha sido el alimento ideal recomendado para el crecimiento y desarrollo de los niños. Esto lo saben todos los pediatras y cualquier mamá, sea o no primeriza, para quien cuidar a su bebé está por encima de todo. Pero hay más: La Organización Mundial de la Salud y Unicef dicen que es imprescindible la lactancia materna exclusiva durante los seis meses del recién nacido; es recomendable mantenerla al menos el primer año; e incluso durante dos años o más hasta que el niño o la madre decidan.
Las mujeres no tienen complejos a la hora de amamantar a sus hijos por ser algo completamente natural, y para ellas la lactancia es un acto de amor unido a la maternidad. Si Griñán entendiera esto estaría del lado de las mujeres-mamás y jamás hubiera insinuado que la lactancia es una forma de “canibalismo”. Pero no: Él tiene un objetivo más progresista sobre la familia: su aniquilación, y por eso siente desprecio por todo lo que a ella le concierne.
Si con esa ocurrencia Griñán ha pretendido defender la ideología del feminismo de conveniencia, mejor hubiera sido estarse callado porque en este asunto necedades las menos posibles, y ésta es de sobresaliente. Ha metido la pata y ha conseguido ofender a padres y madres con hijos lactantes a los que, por cierto, la Junta de Andalucia poca ayuda les ofrece. Una Institución del Estado no debería estar en manos de un individuo de mente tan opaca. En este caso lo está, y así le va a Andalucía.
miércoles, 16 de noviembre de 2011
sábado, 12 de noviembre de 2011
¿CÓMO SALIMOS DE LA CRISIS?
Informa un Semanal dominical que, para dar respuesta a esta cuestión, a orillas del lago Constanza (entre Alemania, Austria y Suiza) se han reunido diez ganadores del premio Nobel de Economía con otros cientos de economistas de varios países, y han hecho sus propuestas.
Es posible que alguno de los asistentes de alto nivel europeo (Merkel y compañía) que se reúnen un día sí y otro también en Bruselas buscando soluciones para espantar la crisis que nos desvela, haya conocido las recetas de los sabios y se lo esté pensado. Por si acaso, y por si a alguno de los candidatos a presidir el próximo Gobierno de España (estamos en plena campaña electoral) le interesa son éstas:
Primera receta: La de Sir James A. Mirrlees, un escocés de 75 años, matemático, que quiso acabar con la pobreza: “Ya es hora de cobrar el Iva a las transacciones financieras” ha dicho. No parece que vaya a tener mucho éxito porque los grandes fondos que hacen inversiones millonarias sin tributar, no le harán caso, porque mermaría sus grandes beneficios.
Segunda receta: Esta es del alemán Reinhard Selten, 83 años, paisano de Merkel que se dedicó al póker y al ajedrez. Dice. “El riesgo de las acciones debe avisarse con etiquetas, como las de los alimentos”. Esto es para los más entendidos en la materia, pero más o menos ha querido decir que se avise si están caducadas o a punto. Vaya usted a saber.
Tercera receta: El profesor en Berkeley George A. Akerlof corta por lo sano: “¡Los que lleven a una empresa a la quiebra, a la cárcel!”. Este premio Nobel arremete contra los ejecutivos que, a sabiendas, expolian y extraen provecho personal de sus empresas. Si viviera en España añadiría a ese grupo a muchos políticos, y veríamos lo que es bueno.
Cuarta receta: John F. Nash jr, estadounidense de 83 años que padeció esquizofrenia ha dicho algo que ya se ha oído por otro lado: “Crear una moneda mundial nos daría estabilidad”. O sea propone un sistema de cambio basado en una moneda ideal que sirva para estabilizar las monedas nacionales. A ver quién da el primer paso.
Quinta receta: Otro americano del Norte más joven (60 años) está muy atinado cuando afirma que “Se puede crear empleo invirtiendo en infraestructuras”. Vale tío, pero los países ahora están más ocupados en la enorme deuda que tienen por la mala gestión de sus gobiernos y no tienen ni un euro para una simple carretera.
Sexta receta: El también americano Daniel L. Mcfadden de 74 años, que cuando le dieron el Nobel tuvo como recompensa adicional una plaza de garaje en la Universidad donde enseña, apunta a los mercados: “¡Hay que regenerar moralmente a los mercados!”. Y aparcó su coche. Esto está muy bien si se regenera totalmente toda la sociedad actual tan egoísta.
Séptima receta: Edward C. Prescott de 70 años le dieron el Nobel por su análisis de los Bancos Centrales y tal vez por eso se ha metido en un berenjenal. “Debemos eliminar las ayudas a los parados”, ha propuesto, y que se sepa nadie le ha corrido a gorrazos hasta hoy. Debería analizar la vida de un parado de larga duración.
Octava receta: “Los Estados deben crear un nuevo tipo de bancos que financien a los innovadores” es la receta de míster Edmund S. Phelps, uno de Nueva York que también piensa que Occidente ha vivido por encima de sus posibilidades y se ha arruinado. Pero ¿para qué más bancos si los que hay tienen el grifo cerrado?
Novena receta: El bostoniano William F. Sharpe era quien aconsejó no poner todos los huevos en la misma cesta, y ahora sentencia: “Los inversores han aprendido la lección: deben volver a lo sencillo”. O sea que primero se inventaron nuevos productos financieros muy complicados que todos aceptaron, y ahora preconiza volver atrás. Y a los incautos que invirtieron en esos productos que resultaron tan poco rentables ¡qué!
Decima receta: Por fin un canadiense, Myron S. Scholes de 70 años, ha dicho algo entendible: “Es necesario dar créditos y no subir los impuestos”. Desde el punto de vista económico esto debía ser la primera tarea del futuro gobierno de España salido de las elecciones del 20-N, porque el anterior gobierno ha conseguido el record de lo contrario.
Como se ve cada sabio Nobel tiene su fórmula, unas, como la primera, la tercera, la quinta, la séptima y la décima, las entiende cualquiera pero otras no hay por donde hincarles el diente, porque son solo para sabiondos.
Es posible que alguno de los asistentes de alto nivel europeo (Merkel y compañía) que se reúnen un día sí y otro también en Bruselas buscando soluciones para espantar la crisis que nos desvela, haya conocido las recetas de los sabios y se lo esté pensado. Por si acaso, y por si a alguno de los candidatos a presidir el próximo Gobierno de España (estamos en plena campaña electoral) le interesa son éstas:
Primera receta: La de Sir James A. Mirrlees, un escocés de 75 años, matemático, que quiso acabar con la pobreza: “Ya es hora de cobrar el Iva a las transacciones financieras” ha dicho. No parece que vaya a tener mucho éxito porque los grandes fondos que hacen inversiones millonarias sin tributar, no le harán caso, porque mermaría sus grandes beneficios.
Segunda receta: Esta es del alemán Reinhard Selten, 83 años, paisano de Merkel que se dedicó al póker y al ajedrez. Dice. “El riesgo de las acciones debe avisarse con etiquetas, como las de los alimentos”. Esto es para los más entendidos en la materia, pero más o menos ha querido decir que se avise si están caducadas o a punto. Vaya usted a saber.
Tercera receta: El profesor en Berkeley George A. Akerlof corta por lo sano: “¡Los que lleven a una empresa a la quiebra, a la cárcel!”. Este premio Nobel arremete contra los ejecutivos que, a sabiendas, expolian y extraen provecho personal de sus empresas. Si viviera en España añadiría a ese grupo a muchos políticos, y veríamos lo que es bueno.
Cuarta receta: John F. Nash jr, estadounidense de 83 años que padeció esquizofrenia ha dicho algo que ya se ha oído por otro lado: “Crear una moneda mundial nos daría estabilidad”. O sea propone un sistema de cambio basado en una moneda ideal que sirva para estabilizar las monedas nacionales. A ver quién da el primer paso.
Quinta receta: Otro americano del Norte más joven (60 años) está muy atinado cuando afirma que “Se puede crear empleo invirtiendo en infraestructuras”. Vale tío, pero los países ahora están más ocupados en la enorme deuda que tienen por la mala gestión de sus gobiernos y no tienen ni un euro para una simple carretera.
Sexta receta: El también americano Daniel L. Mcfadden de 74 años, que cuando le dieron el Nobel tuvo como recompensa adicional una plaza de garaje en la Universidad donde enseña, apunta a los mercados: “¡Hay que regenerar moralmente a los mercados!”. Y aparcó su coche. Esto está muy bien si se regenera totalmente toda la sociedad actual tan egoísta.
Séptima receta: Edward C. Prescott de 70 años le dieron el Nobel por su análisis de los Bancos Centrales y tal vez por eso se ha metido en un berenjenal. “Debemos eliminar las ayudas a los parados”, ha propuesto, y que se sepa nadie le ha corrido a gorrazos hasta hoy. Debería analizar la vida de un parado de larga duración.
Octava receta: “Los Estados deben crear un nuevo tipo de bancos que financien a los innovadores” es la receta de míster Edmund S. Phelps, uno de Nueva York que también piensa que Occidente ha vivido por encima de sus posibilidades y se ha arruinado. Pero ¿para qué más bancos si los que hay tienen el grifo cerrado?
Novena receta: El bostoniano William F. Sharpe era quien aconsejó no poner todos los huevos en la misma cesta, y ahora sentencia: “Los inversores han aprendido la lección: deben volver a lo sencillo”. O sea que primero se inventaron nuevos productos financieros muy complicados que todos aceptaron, y ahora preconiza volver atrás. Y a los incautos que invirtieron en esos productos que resultaron tan poco rentables ¡qué!
Decima receta: Por fin un canadiense, Myron S. Scholes de 70 años, ha dicho algo entendible: “Es necesario dar créditos y no subir los impuestos”. Desde el punto de vista económico esto debía ser la primera tarea del futuro gobierno de España salido de las elecciones del 20-N, porque el anterior gobierno ha conseguido el record de lo contrario.
Como se ve cada sabio Nobel tiene su fórmula, unas, como la primera, la tercera, la quinta, la séptima y la décima, las entiende cualquiera pero otras no hay por donde hincarles el diente, porque son solo para sabiondos.
viernes, 11 de noviembre de 2011
UN CURA CON ALZACUELLO
Esto que aquí se cuenta es una anécdota que le sucedió a un sacerdote en la celebración del Halloween, esa moda importada que está convirtiendo la celebración de Todos los Santos y el Día de los Difuntos en una fiesta pagana donde prima el disfraz, el terror, el truco o trato, y los niños vagando por la calle como duendes, fantasmas o demonios.
El cura en cuestión se encontró con un grupo de chavales disfrazados que, en una de sus correrías, ellos le preguntaron de qué iba disfrazado. Y es que vestía con alzacuello. El joven cura trató de explicarles que su vestimenta era una seña de identidad religiosa, a lo que los chicos respondieron que ellos querían causar miedo. El cura quiso aclararles que él intentaba que hubiera bondad y paz, y ello desató risas e insultos en la chiquillería.
A la ignorancia se unió la mala educación que son las señas de identidad que se han instalado en buena parte de nuestros jóvenes a causa del bajísimo nivel de un sistema educativo tan nefasto para ellos, que resulta preocupante para su propio futuro. Si años ha el desarrollo escolar se medía con niveles de exigencia altos, hoy las calificaciones se miden con el nivel más bajo, lo que hace temer que esas generaciones estén abocadas al fracaso.
Lo ocurrido al cura con alzacuello tiene otro punto de vista. La mayoría de los curas no llevan alzacuello y ¡así no hay modo de diferenciarlos de las demás personas! Los chavales de hoy no están acostumbrados de ver sotanas ni alzacuellos por la calle; ergo no debe extrañar la pregunta que le hicieron al cura de la anécdota.
El cura en cuestión se encontró con un grupo de chavales disfrazados que, en una de sus correrías, ellos le preguntaron de qué iba disfrazado. Y es que vestía con alzacuello. El joven cura trató de explicarles que su vestimenta era una seña de identidad religiosa, a lo que los chicos respondieron que ellos querían causar miedo. El cura quiso aclararles que él intentaba que hubiera bondad y paz, y ello desató risas e insultos en la chiquillería.
A la ignorancia se unió la mala educación que son las señas de identidad que se han instalado en buena parte de nuestros jóvenes a causa del bajísimo nivel de un sistema educativo tan nefasto para ellos, que resulta preocupante para su propio futuro. Si años ha el desarrollo escolar se medía con niveles de exigencia altos, hoy las calificaciones se miden con el nivel más bajo, lo que hace temer que esas generaciones estén abocadas al fracaso.
Lo ocurrido al cura con alzacuello tiene otro punto de vista. La mayoría de los curas no llevan alzacuello y ¡así no hay modo de diferenciarlos de las demás personas! Los chavales de hoy no están acostumbrados de ver sotanas ni alzacuellos por la calle; ergo no debe extrañar la pregunta que le hicieron al cura de la anécdota.
miércoles, 2 de noviembre de 2011
JOSE BONO
José Bono Martínez, a la hora de escribir estas líneas, es Presidente del Congreso de los Diputados de España. Personalmente se confiesa católico. En una conversación reciente publicada en un periódico, la interlocutora debió sonsacarle algo de la vida en soledad,-sabiendo lo de su separación matrimonial era obvia la cuestión-, y él respondió que «Yo no sé vivir solo, y para estar solo ya tengo toda la eternidad por delante». La eternidad ¿es soledad? Si el señor Bono, católico ¿de boquilla?, leyera el Apocalipsis 7, 9-13 conocería que el vidente dice “Después de esto vi aparecer una gran muchedumbre, que nadie podía contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua, de pie delante del trono y del Cordero vestidos con vestidura blancas y con palmas en sus manos. Y cantaban y gritaban…”. Ítem más, si hubiera leído el capítulo 25 de San Mateo donde habla del juicio final sabría que “Cuando venga el Hijo del Hombre… todos los pueblos serán llevados a su presencia etc.” Finalmente si reza la oración del Credo dirá “Creo en la comunión de los santos, y en la resurrección de la carne”. Recopilando: Muchedumbre que nadie puede contar… todos los pueblos… comunión de los santos… resurrección, ¿a qué soledad se refiere el señor Bono? ¡No será a la soledad del cementerio esperando que sus familiares le lleven flores el día de los Difuntos! ¿Cree de verdad que esa afirmación concuerda con la fe del catolicismo al que dice pertenecer?
Por su condición de hombre público que, además, presume de católico merecería un reproche, pero aquí solo se trata de convencer al creyente de que este es un pensamiento débil y revocable. La comunión de los santos es la unión común con Jesucristo de todos los fieles cristianos que gozan de la bienaventuranza celeste juntos en una asamblea conjunta. No hay pues vida solitaria en la eternidad.
Otra cuestión será que el señor Bono no crea en la resurrección de la carne ni en la comunión de los santos, en cuyo caso será un católico a su antojo y eso no vale. Por si la separación conyugal lo ha sumido en un cierto desánimo podría acudir al libro de las Lamentaciones: “He perdido la paz, me he olvidado de la dicha. Recordar mi aflicción y mi angustia, es hiel y veneno, no dejo de pensar en ello, estoy desolado…pero no se agota la bondad del Señor. El Señor es bueno para quien espera en él, para quien lo busca. Bueno es esperar en silencio el auxilio del Señor”. Seguro que se reconforta.
Por su condición de hombre público que, además, presume de católico merecería un reproche, pero aquí solo se trata de convencer al creyente de que este es un pensamiento débil y revocable. La comunión de los santos es la unión común con Jesucristo de todos los fieles cristianos que gozan de la bienaventuranza celeste juntos en una asamblea conjunta. No hay pues vida solitaria en la eternidad.
Otra cuestión será que el señor Bono no crea en la resurrección de la carne ni en la comunión de los santos, en cuyo caso será un católico a su antojo y eso no vale. Por si la separación conyugal lo ha sumido en un cierto desánimo podría acudir al libro de las Lamentaciones: “He perdido la paz, me he olvidado de la dicha. Recordar mi aflicción y mi angustia, es hiel y veneno, no dejo de pensar en ello, estoy desolado…pero no se agota la bondad del Señor. El Señor es bueno para quien espera en él, para quien lo busca. Bueno es esperar en silencio el auxilio del Señor”. Seguro que se reconforta.
lunes, 10 de octubre de 2011
GENTES DEL PER
El señor Durán, de la coalición catalana Convergencia y Unión, tan instruido como parece, le hace falta recorrer los pueblos de España (esa tierra que él llama Estado Español) –especialmente andaluces- para conocer de cerca cómo son y cómo viven sus habitantes, pues tan encerrado está en su vetusto nacionalismo que no ve más allá de sus narices.
El señor Duran, correligionario de Arturo Más presidente de la Comunidad Autónoma de Cataluña (otro que tal), ha dicho que “hay sitios en España que, con lo que nosotros aportamos al Estado, reciben un PER para pasar una mañana o toda la jornada en el bar del pueblo”. Algo de razón tiene el político, pero convendría que se informara mejor.
Desde antes del amanecer al bar del pueblo acuden los jornaleros esperando que llegue el maná de un trabajo temporal. En la barra se toman un carajillo, una mezcla de café y coñac o anís, porque su bolsillo no da para más. Si pasada una hora, o a lo suma dos, nadie les reclama, se salen a tomar el fresco si es verano, o se van a su casa al calor de la lumbre. Así día tras día el bar se convierte en el lugar donde se busca el jornal.
En la época de sembrar, los jornaleros tienen más trabajo y lo que ganan lo ahorran para pasar el invierno. Mientras el grano sembrado fecunda y empiezan a crecer las espigas, pasan varios meses escasos de trabajo hasta que llega el tiempo de la siega, y de nuevo los hombres empiezan sus faenas trabajando de sol a sol. La trilla, el acopio y el transporte completan el ciclo. De nuevo al bar a esperar lo que Dios quiera.
Como Andalucía es tierra de olivos y almendros, también hay trabajo a la hora de recoger sus cosechas que ahora facilitan las máquinas. Esto ocurre en otoño y en invierno.
Los que cobran el PER no están tan ociosos como dice el señor Durán. Las calles de los pueblos andaluces están más limpias que las de muchas grandes ciudades. Los regueros, acequias, arcenes o cauces se desbrozan en verano para facilitar las riadas de las lluvias de invierno. Esto, y muchas fachadas encaladas, lo hacen gentes del PER, que es su único medio de sustento.
Más le hubiera valido al señor Durán hablar de solidaridad hacia esa gente que cobra un mísero dinero del PER en vez de reclamar más fondos para una región, -tan española como cualquier pueblo andaluz-, a la que en tiempos emigraron miles de andaluces que se han dejado la piel para lograr la prosperidad de Cataluña. Aquellos que se fueron, o sus hijos, son los que en vacaciones regresan a sus pueblos y encuentran la solidaridad, de la que el señor Durán, escasea arrimados a la barra del mismo bar donde otros buscan trabajo saboreando el carajillo de la mañana.
El señor Duran, correligionario de Arturo Más presidente de la Comunidad Autónoma de Cataluña (otro que tal), ha dicho que “hay sitios en España que, con lo que nosotros aportamos al Estado, reciben un PER para pasar una mañana o toda la jornada en el bar del pueblo”. Algo de razón tiene el político, pero convendría que se informara mejor.
Desde antes del amanecer al bar del pueblo acuden los jornaleros esperando que llegue el maná de un trabajo temporal. En la barra se toman un carajillo, una mezcla de café y coñac o anís, porque su bolsillo no da para más. Si pasada una hora, o a lo suma dos, nadie les reclama, se salen a tomar el fresco si es verano, o se van a su casa al calor de la lumbre. Así día tras día el bar se convierte en el lugar donde se busca el jornal.
En la época de sembrar, los jornaleros tienen más trabajo y lo que ganan lo ahorran para pasar el invierno. Mientras el grano sembrado fecunda y empiezan a crecer las espigas, pasan varios meses escasos de trabajo hasta que llega el tiempo de la siega, y de nuevo los hombres empiezan sus faenas trabajando de sol a sol. La trilla, el acopio y el transporte completan el ciclo. De nuevo al bar a esperar lo que Dios quiera.
Como Andalucía es tierra de olivos y almendros, también hay trabajo a la hora de recoger sus cosechas que ahora facilitan las máquinas. Esto ocurre en otoño y en invierno.
Los que cobran el PER no están tan ociosos como dice el señor Durán. Las calles de los pueblos andaluces están más limpias que las de muchas grandes ciudades. Los regueros, acequias, arcenes o cauces se desbrozan en verano para facilitar las riadas de las lluvias de invierno. Esto, y muchas fachadas encaladas, lo hacen gentes del PER, que es su único medio de sustento.
Más le hubiera valido al señor Durán hablar de solidaridad hacia esa gente que cobra un mísero dinero del PER en vez de reclamar más fondos para una región, -tan española como cualquier pueblo andaluz-, a la que en tiempos emigraron miles de andaluces que se han dejado la piel para lograr la prosperidad de Cataluña. Aquellos que se fueron, o sus hijos, son los que en vacaciones regresan a sus pueblos y encuentran la solidaridad, de la que el señor Durán, escasea arrimados a la barra del mismo bar donde otros buscan trabajo saboreando el carajillo de la mañana.
sábado, 9 de julio de 2011
LA ESTÉTICA CUENTA.
En vista de que la conjunción planetaria profetizada por Leire Pajín tuvo un éxito más bien pobretón, tirando a cero patatero, ahora se va a producir un acontecimiento que, esta vez sí, oscurecerá el sol, la luna y las estrellas, y hasta la misión del transbordador espacial Atlantis, ese que han lanzado los americanos como final de fiesta de su programa orbital. Así lo ha dicho el llamado Marcelino Iglesias, con cargo de Secretario de tal y tal, que basa su profecía en signos celestes y alineamientos estelares, para anunciar a la humanidad que Alfredo Pérez Rubalcaba va a ser cabeza de cartel por su partido en las próximas elecciones generales, que serán cuando Zapatero quiera.
Este magno, ¡qué digo magno, magnísismo! evento ya lo anunció Zapatero con una frase antológica que engrosará las páginas del diccionario de ilustres pensadores por su originalidad: Vino a decir más o menos que “Rubalcaba marcará un antes y un después” en la vida del socialismo nacional. Frase que ha mandado esculpir también en el Codex Zapateristicus por la singularidad que encierra su alto significado metafísico.
Dejando a un lado la vacua obsesión interestelar de Pajín e Iglesias, qué buena ocasión ha desperdiciado el Psoe para presentar un candidato, hombre o mujer, joven, ambientado en la democracia social moderna, preparado para codearse sin complejos con los que hoy por hoy manejan los hilos de este complejo mundo, e incluso dotado de buena planta física y no digamos intelectual. O sea una cara nueva. Pero no: han retornado a la antigualla. Han descubierto al personaje menos estético y más gastado en política de los últimos treinta años, cuyo ideal, si es que lo tiene, se basa en hacer la trampa más burda y en decir la mentira más grosera mientras traza volutas en el aire moviendo las manos.
En el Psoe ni siquiera han pensado que la estética también cuenta. En los últimos años ha sido penoso ver a Zapatero moverse como alma en pena por entre sus correligionarios del G-7, o del G-20 o de cualquier “cumbre” de Jefes de Gobierno, y eso que, al fin y al cabo, Zapatero da el pego con su buena planta. Es alto, tiene buena pinta y ganó mucho cuando corrigió las posturas desgarbadas de sus primeras apariciones al lado de tipos como Obama, Cameron o Merkel. Pero a Rubalcaba le falta estética, y si alguna vez llegase a ser Presidente del Gobierno de España, ¡qué horror!, sería bueno que ensayara unas poses menos gesticulantes para no desentonar cuando represente a España ante los líderes mundiales y ante la prensa internacional.
Este magno, ¡qué digo magno, magnísismo! evento ya lo anunció Zapatero con una frase antológica que engrosará las páginas del diccionario de ilustres pensadores por su originalidad: Vino a decir más o menos que “Rubalcaba marcará un antes y un después” en la vida del socialismo nacional. Frase que ha mandado esculpir también en el Codex Zapateristicus por la singularidad que encierra su alto significado metafísico.
Dejando a un lado la vacua obsesión interestelar de Pajín e Iglesias, qué buena ocasión ha desperdiciado el Psoe para presentar un candidato, hombre o mujer, joven, ambientado en la democracia social moderna, preparado para codearse sin complejos con los que hoy por hoy manejan los hilos de este complejo mundo, e incluso dotado de buena planta física y no digamos intelectual. O sea una cara nueva. Pero no: han retornado a la antigualla. Han descubierto al personaje menos estético y más gastado en política de los últimos treinta años, cuyo ideal, si es que lo tiene, se basa en hacer la trampa más burda y en decir la mentira más grosera mientras traza volutas en el aire moviendo las manos.
En el Psoe ni siquiera han pensado que la estética también cuenta. En los últimos años ha sido penoso ver a Zapatero moverse como alma en pena por entre sus correligionarios del G-7, o del G-20 o de cualquier “cumbre” de Jefes de Gobierno, y eso que, al fin y al cabo, Zapatero da el pego con su buena planta. Es alto, tiene buena pinta y ganó mucho cuando corrigió las posturas desgarbadas de sus primeras apariciones al lado de tipos como Obama, Cameron o Merkel. Pero a Rubalcaba le falta estética, y si alguna vez llegase a ser Presidente del Gobierno de España, ¡qué horror!, sería bueno que ensayara unas poses menos gesticulantes para no desentonar cuando represente a España ante los líderes mundiales y ante la prensa internacional.
sábado, 2 de julio de 2011
LA LENGUA TERTULIANA
Leí en su día lo que escribió el maestro Antonio Burgos sobre lo que llama “tertulianés”, que es el lenguaje pretencioso que emplean los tertulianos de radio y televisión para decir lo que cualquier hijo de vecino diría con menos fanfarria. Como hay más tertulias que setas, y los tertulianos se las reparten desde que amanece hasta las tantas de la madrugada, abusan de una jerigonza sui generis llena de frases vacías de contenido que, a fuerza de repetir, van creando escuela. Es tan repelente, como repelente les debe resultar a ellos usar un vocabulario normal y corriente. El maestro Burgos ha tenido la paciencia de recoger frases de este nuevo lenguaje, de cuyo repertorio anoto algunas de las que más se oyen.
"Hasta donde yo sé". “Más pronto que tarde"."Hay un doble escenario"."Esa opción no se compadece con..."."Estamos hablando de...". "Es un tema de mucho calado". "Es un tema de largo recorrido"."Va a ser que no"."Es por ello que"."Según las fuentes que manejo"."Ese asunto depende de la deriva que tome"."Hay que ponerlo blanco sobre negro"."Con la que está cayendo". El repertorio continua así: “Sí o sí”. “Priorizar”. “Niego la mayor”. “Se ha pasado veinte pueblos”. “Hay que poner en valor”. “Puede que sea ético, pero no estético”. “«A más a más», como dicen los catalanes”. “Es un salto cualitativo”. “Se pasa de frenada”. “Hay que verbalizar”. “La gobernanza”.
Uno tiene fijación peyorativa por el uso de “Líder y liderar”. Hoy en cualquier rama de la ciencia, las artes, la política, el deporte…hay un líder. Conozco a una familia que los hijos llaman líder a su padre. De líder ha derivado liderar, que ya es de nota. Este sucedáneo de verbo ha sustituido a otros muchos del diccionario hasta hacerlo abusivo. Demuestra impotencia verbal de quien lo habla.
Pero hay más frases o palabras para anotar. Ejemplo: “No da puntada sin hilo”, para referirse a un tío listo (?) de los que se llevan ahora, aunque no sepa hacer una O con un canuto.
Si pasamos al ejército o a las fuerzas de seguridad, la palma se la lleva el término “efectivos”. Es el protagonista de todas las batallas. Recientemente el Presidente del Gobierno anunció la retirada de tropas de Afganistán, “En el año 2012 se van a retirar 400 efectivos; en el 2013 se retirarán 500 efectivos y en 2014 el resto de efectivos”. ¿Y por qué no les llama militares, o soldados que es su nombre? Y otra: Cuando los efectivos de la Policía descubren tal o cual delito, la información siempre termina así, “la investigación sigue abierta”.
Al lenguaje de la economía hay que echarle de comer a parte. Hay una frase que se repite más que las avemarías de un rosario: Las “reformas estructurales”. Quien no la diga varias veces en una tertulia, ni es economista ni nada, aunque nadie explique qué son para que lo entienda el común de los mortales. Lo mismo ocurre con los “puntos básicos” de la deuda española. ¿Y lo de la “luz al final del túnel”? El colmo es la manía de decir que tal índice ha subido “equis puntos porcentuales” en vez de decir el “equis por ciento” de toda la vida.
Otra fuente de dichos repetitivos está en el deporte, en el futbol sobre todo, donde la tertulia la forma un locutor que relata lo que se televisa, y unos acompañantes más o menos aburridos que hablan ex cátedra con perogrulladas sobre lo que todo el mundo está viendo que mueven a risa por lo ridículas. Muchos locutores dicen que hay “peligro de gol” cuando el atacante se acerca al área contraria. ¿Peligro de gol? Pero si dicen que el gol es la salsa del fútbol, ¿cómo puede ser peligroso?
El asunto es interminable. Tanto como la penosa escasez de vocabulario de políticos, periodistas, tertulianos y demás fauna que se cuela en nuestras vidas sin querer, repitiendo como loritos frases y frases que no dicen nada.
"Hasta donde yo sé". “Más pronto que tarde"."Hay un doble escenario"."Esa opción no se compadece con..."."Estamos hablando de...". "Es un tema de mucho calado". "Es un tema de largo recorrido"."Va a ser que no"."Es por ello que"."Según las fuentes que manejo"."Ese asunto depende de la deriva que tome"."Hay que ponerlo blanco sobre negro"."Con la que está cayendo". El repertorio continua así: “Sí o sí”. “Priorizar”. “Niego la mayor”. “Se ha pasado veinte pueblos”. “Hay que poner en valor”. “Puede que sea ético, pero no estético”. “«A más a más», como dicen los catalanes”. “Es un salto cualitativo”. “Se pasa de frenada”. “Hay que verbalizar”. “La gobernanza”.
Uno tiene fijación peyorativa por el uso de “Líder y liderar”. Hoy en cualquier rama de la ciencia, las artes, la política, el deporte…hay un líder. Conozco a una familia que los hijos llaman líder a su padre. De líder ha derivado liderar, que ya es de nota. Este sucedáneo de verbo ha sustituido a otros muchos del diccionario hasta hacerlo abusivo. Demuestra impotencia verbal de quien lo habla.
Pero hay más frases o palabras para anotar. Ejemplo: “No da puntada sin hilo”, para referirse a un tío listo (?) de los que se llevan ahora, aunque no sepa hacer una O con un canuto.
Si pasamos al ejército o a las fuerzas de seguridad, la palma se la lleva el término “efectivos”. Es el protagonista de todas las batallas. Recientemente el Presidente del Gobierno anunció la retirada de tropas de Afganistán, “En el año 2012 se van a retirar 400 efectivos; en el 2013 se retirarán 500 efectivos y en 2014 el resto de efectivos”. ¿Y por qué no les llama militares, o soldados que es su nombre? Y otra: Cuando los efectivos de la Policía descubren tal o cual delito, la información siempre termina así, “la investigación sigue abierta”.
Al lenguaje de la economía hay que echarle de comer a parte. Hay una frase que se repite más que las avemarías de un rosario: Las “reformas estructurales”. Quien no la diga varias veces en una tertulia, ni es economista ni nada, aunque nadie explique qué son para que lo entienda el común de los mortales. Lo mismo ocurre con los “puntos básicos” de la deuda española. ¿Y lo de la “luz al final del túnel”? El colmo es la manía de decir que tal índice ha subido “equis puntos porcentuales” en vez de decir el “equis por ciento” de toda la vida.
Otra fuente de dichos repetitivos está en el deporte, en el futbol sobre todo, donde la tertulia la forma un locutor que relata lo que se televisa, y unos acompañantes más o menos aburridos que hablan ex cátedra con perogrulladas sobre lo que todo el mundo está viendo que mueven a risa por lo ridículas. Muchos locutores dicen que hay “peligro de gol” cuando el atacante se acerca al área contraria. ¿Peligro de gol? Pero si dicen que el gol es la salsa del fútbol, ¿cómo puede ser peligroso?
El asunto es interminable. Tanto como la penosa escasez de vocabulario de políticos, periodistas, tertulianos y demás fauna que se cuela en nuestras vidas sin querer, repitiendo como loritos frases y frases que no dicen nada.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)